23/06/2020
Casi todas las fronteras mundiales permanecen en calma. Incluso pasar de una provincia a otra era algo impensable hasta hace muy poco. Llevamos días, semanas, incluso meses recluidos y sin poder hacer un largo viaje. Entonces, ¿qué nos deparará el verano y sus vacaciones?
En una sociedad donde viajar a lugares exóticos y paradisíacos está tan de moda, parece que si no vamos a una isla del pacífico o a algún remoto desierto no hemos ido a ningún sitio. Ahí están las redes sociales, los influencers, youtubers y demás -ers bombardeando que cuanto más lejos vayas mejor será tu viaje y más lo vas a disfrutar. Pues no.
Claro que un viaje a otro país con otra cultura e idioma te ofrece una experiencia que no obtendrás donde vives. Pero es que ¿acaso conocemos realmente aquello a lo que llamamos hogar? O ¿nos limitamos siempre a recorrer las mismas calles, las mismas carreteras, y los mismos lugares?
Salí a dar un paseo cámara en mano, sin prisa. Y para mi sorpresa me fijé en rincones y detalles que hasta ahora no había sido capaz de ver de otra forma. Saqué una foto por aquí y otra por allá. Había edificios que veía a diario pero que nunca detuve mi vista más de 5 segundos y que ahora me parecían completamente diferentes, más complejos. Disfruté tanto con algo tan sencillo que enseguida empecé a ser consciente de todos los paisajes y sitios con encanto que nos rodean y que apenas sabemos de su existencia solo porque se encuentran a nuestro alrededor. Sabemos los nombres de cataratas famosas, de desiertos legendarios, de edificios simbólicos, y no somos capaces de reconocer la belleza de nuestro hogar o de los lugares que nos rodean.
Y desde entonces repaso los mapas de lugares no tan lejanos convencido de poder encontrar sensaciones similares y momentos memorables sin tener que ir tan lejos. Ahora soy más consciente de que tenemos una oportunidad única para descubrir sitios que de no ser por esta dichosa pandemia no se nos hubiesen ocurrido visitar. Paisajes inolvidables que hubiésemos descartado por el hecho de no estar lo suficientemente lejos como para decir que hemos «viajado».
MIKMOTTO 
Totalmente de acuerdo contigo mikimotto.
Hace falta una sensibilidad especial, si no, una pandemia, para saber apreciar y valorar nuestro entorno, sea cual fuere..y sus pequeñas cosas, pequeños viajes, pequeños castillos, pequeños caballos … y que son, las que realmente aportan la gran felicidad asequible.